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Autor: Jose

Equipos semiautónomos de aire comprimido.

Los equipos semiautónomos de aire comprimido son el epi necesario para la protección respiratoria de nuestros equipos. Los riesgos se pueden resumir en: gases y vapores inflamables, deficiencia de oxigeno, y gases tóxicos.

Los tipos de contaminantes o sustancias peligrosas pueden ser encontradas según su estado de agregación y tamaño en distintas formas. Las formas más habituales son polvo en estado sólido ,aerosoles en forma de líquidos y neblinas, gases y vapores, virus y bacterias de tamaño menor.

Las partículas de polvo se introducen en el aparato respiratorio y según su diámetro cubren un área diferente tanto en las vías altas y medias como en los pulmones. Las partículas de polvo más finas no se fijan, ya que entran y salen con total libertad.

El peligro grave se encuentra en la parte central donde estas partículas se fijan a los pulmones de una manera más permanente. La presencia de partículas, gases y vapores puede provocar el desarrollo de determinadas enfermedades profesionales que requieren prevención y el uso permanente de equipos de protección respiratoria para poder evitarlas.

Equipos semiautónomos de aire comprimido

Los equipos respiratorios asistidos o motorizados son una familia de equipos en los que se impulsa y favorece la inhalación gracias a un motor que proporciona un caudal de aire continuo, evitando así el esfuerzo respiratorio al usuario.

Se incrementa notablemente el flujo de aire que se recibe y esto supone dos beneficios notables frente a la utilización tradicional de máscara y filtro: la eliminación o reducción de la resistencia respiratoria y la mayor protección en el caso de que el usuario lleve barba o utilice gafas, ya que se puede dificultar el ajuste adecuado debido a estos aspectos.

La protección que se consigue con este tipo de equipos es global: partículas, gases, vapores y combinada. Normalmente presentan un diseño más ergonómico porque pueden utilizar adaptadores faciales como capuchas, cascos, pantallas, etc…

Además van provistos de dispositivos o sistemas de alarma que avisan de la saturación del filtro, niveles de  concentraciones, estado de la batería, e incluso disponen de un display informativo de fácil manejo para facilitar su utilización al usuario.

EQUIPOS FILTRANTES DE ESCAPE

Dispositivos filtrantes de escape que permiten al usuario la evacuación desde el lugar de trabajo a una zona segura. Estos equipos presentan diversas configuraciones, y ofrecen diferentes tipos de protección según el riesgo potencial al que estén expuestos los usuarios.

Filtros de escape para aplicaciones industriales frente a una amplia variedad de vapores y gases peligrosos, además de versiones especialmente diseñadas para la evacuación del público, en general, frente a posibles situaciones de incendios.

EQUIPOS DE PROTECCION RESPIRATORIA AISLANTE

Permite al usuario trabajar en atmósferas irrespirables sin tener en cuenta ni las concentraciones de oxígeno, ni la naturaleza de los contaminantes.

El equipo respiratorio se convierte en un “pulmón” que otorga al usuario aire respirable en condiciones adecuadas para la vida. Los equipos aislantes pueden ser clasificados según la fuente de aire respirable, como equipos de aire comprimido y equipos de oxigeno.

Se pueden clasificar según la morfología del equipo en equipos autónomos y equipos semiautónomos.

EQUIPOS SEMIAUTONOMOS

Los equipos semiautónomos son los que presentan su campo de actuación dependiendo de una manguera de suministro, encontrándose la fuente de aire respirable alejada de la zona de trabajo.

La fuente de aire respirable está alejada del usuario, y al no ser portada por el mismo, su principal característica es el bajo peso que porta el usuario unido a una autonomía limitada. Por el contrario, la desventaja es el límite de actuación que queda delimitado por la manguera y su longitud. Existen 2 versiones.

Aire fresco, que toma aire de la atmósfera, normalmente para favorecer la aproximación al   usuario. Se ayudan de un ventilador o motor que impulsa dicho aire a través de una manguera. De   no ser así, la resistencia respiratoria es muy alta provocando un esfuerzo respiratorio muy elevado.   Estos equipos se utilizan poco en la actualidad.

Comprimido: la fuente de aire está también alejada del usuario pero en este caso el aire se   obtiene de un almacén presurizado de presión, bien compresor, batería de botellas de alta presión,   o bien de una red industrial de media presión.

EQUIPOS SEMIAUTONOMOS DE AIRE COMPRIMIDO

Son equipos muy utilizados en industria tanto a nivel habitual de trabajo como a nivel de alto riesgo por la variadas posibilidades de adaptador facial existentes, posibilidades de escape y de fuentes diversas de aire o de suministros móviles.

El aire comprimido llega desde la fuente exterior de suministro hasta el equipo de protección individual que porta el usuario. Existen diversas configuraciones de equipos según el trabajo a realizar:

LIGERO: capucha con flujo de aire, donde el aire que recibe el usuario es continuo, favoreciendo el refresco y disminuyendo el estrés térmico. Se puede utilizar con máscara, mascarilla y capucha, bien de flujo o bien por medio de un pulmoautomático. No es el mayor nivel de seguridad, pero es adecuado para el uso en trabajos cotidianos industriales como pinturas, disolventes, ambientes con polvo permanentes…, este tipo de equipos no se puede utilizar en espacios confinados.

PESADO: los sistemas de presión a través de la máscara son los de máximas prestaciones y de más alto factor de protección, siendo la presión positiva el de mayor seguridad. Normalmente estos equipos disponen también de botellas pequeñas de escape o emergencia para garantizar la evacuación segura de la zona en situación de carencia o fallo de la línea de aire comprimido. Las normas que rigen estos equipos son las siguientes:

  • pulmoautomático y máscara: EN14593-1 y EN14593-2 de aire comprimido.
  • Caudal continuo: EN14594 de flujo continuo.

Los equipos semiautónomos de trabajo ligero pueden utilizarse con máscaras o capuchas, dependiendo de la aplicación y/o la preferencia del usuario. Son equipos generalmente compuestos de cinturón de línea, manguera y capucha. Son muy ligeros (menos de 600 gramos y el suministro de aire es superior a los 80 litros por minuto).

El nivel de ruido en el interior de la capucha es menor a 80dB y no son aptos para utilizar en ambientes con deficiencia de oxígeno ni espacios confinados, ya que su protección es media. Los equipos semiautónomos de trabajo pesados, son similares a los equipos autónomos de aire comprimido y se utilizan cuando se requiere una protección muy alta.

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Protección en altura, caída libre y fuerza de choque.

Hoy vamos a hablar sobre el concepto de Protección en altura. No todos los trabajos en altura se realizan en las mismas condiciones: unas veces se trabaja suspendido de una cuerda porque no hay posibilidad de apoyar los pies en ningún lugar; otras sobre una superficie, la cual puede ser plana o inclinada, et…

En la elección de un equipo de protección individual (EPI) hay que tener en cuenta precisamente estas condiciones de trabajo, la altura de la caída, el lugar idóneo donde se puede enganchar el trabajador su equipo de protección.

Este artículo define de un modo sencillo y claro el concepto que se utiliza a menudo en lo relativo a los EPI a utilizar en los trabajos en altura, de manera que sea de utilidad en el momento de seleccionar y emplear los EPI contra caídas durante la ejecución de trabajos en altura, ya que se van a definir algunos de los conceptos básicos más empleados para tratar el riesgo de caída en altura.

Cuando un trabajador se encuentra en una situación con riesgo de caída y está provisto de un sistema de seguridad que detendría la caída en caso de producirse, se dice que está en situación de “caída libre”.

La parada de la caída se debe hacer de forma progresiva, de manera que las fuerzas que reciba el cuerpo del trabajador no le causen lesiones. La caída se produce, pero el sistema de seguridad la detiene.

Se puede hacer un paralelismo entre esta situación y la acción de detener un coche que está en movimiento. Hay dos formas de parar el coche, la primera es tan simple como poner un muro delante. El coche se para pero la fuerza de frenado es tan alta que las consecuencias son catastróficas.

Sin embargo, si la detención se hace correctamente con los frenos la parada será progresiva, las fuerzas que detienen al coche serán moderadas para él y los ocupantes. Es cierto que necesitará mayor distancia de frenado y aparecerá el riesgo de chocar contar objetos durante la detención, riesgos que habrá que tener en cuenta, pero es la única manera de que la parada sea efectiva.

Protección en altura, sistemas

Absorbedores de energía, normalmente compuestos por cintas cosidas sobre sí mismas cuyas costuras se van rompiendo ante una fuerza alta.

Cuerdas que son capaces de estirarse de manera que actúan como un muelle.

Otros sistemas, ideados por los fabricantes para este fin, como pueden ser fibras elásticas, piezas que se deforman, etc.

La forma de actuar de estos elementos consiste en absorber la energía que adquiere el cuerpo en la caída. Para ello, utiliza una fuerza de frenado progresiva durante un determinado tiempo sobre la masa del cuerpo que está cayendo. Esto produce una deceleración del cuerpo hasta conseguir detenerlo.

En la siguiente figura se muestran las diferentes fases de una caída y cómo funciona un sistema de seguridad, en este caso, con un sistema anticaídas con absorbedor de energía.

Protección en Altura

A continuación, se explica el proceso físico de cómo funcionan los sistemas que hacen que el trabajador amortigüe su caída. Para ello, se deben aplicar dos fórmulas: La segunda ley de Newton: Fuerza = masa x aceleración . Y la definición de trabajo: Trabajo = fuerza x distancia.

Todo cuerpo ubicado en altura posee la denominada energía potencial (capacidad que tiene un cuerpo de realizar un trabajo al pasar de una posición más alta a otra más baja).

Durante la caída, el cuerpo se acerca al suelo mientras que la velocidad se incrementa y la energía potencial se va transformando en energía cinética hasta que la caída se detiene. Cuando la velocidad es cero, la energía cinética desaparece y se transforma, principalmente, en deformación del cuerpo.

Así, y en términos generales, la energía que debe ejercer el sistema de seguridad (trabajo) para detener una caída debe ser equivalente a la energía que adquiere el trabajador durante la caída (energía cinética).

Ahora bien, para que el trabajador no sufra una fuerza de impacto excesivamente alta, el sistema de seguridad está compuesto por diferentes elementos que absorben energía y detienen progresivamente la caída.

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Espacios confinados, tipos y peligros.

Un espacio confinado es cualquier recinto con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural escasa o nula, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador.

Puede ser necesario acceder más o menos frecuentemente a ellos para realizar tareas de mantenimiento, reparación o limpieza.

Debido a su limitada ventilación, en los espacios confinados pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno.

Recuerda, al acceder a ellos pueden producirse accidentes graves e incluso mortales por asfixia debida a la falta de oxígeno, por intoxicación al inhalar gases tóxicos y por incendios o explosiones.

Los accidentes en estos espacios son muy a menudo mortales y tienen lugar por no reconocer, previamente a su acceso, los riesgos presentes. Una gran proporción de las muertes en espacios confinados ocurren durante el auxilio inmediato a las primeras víctimas.

Espacios Confinados

  • Abiertos por su parte superior y de una profundidad tal que dificulta su ventilación natural: fosos de engrase de vehículos, cubas de desengrasado, pozos, depósitos abiertos, cubas.
  • Espacios confinados cerrados con una pequeña abertura de entrada y salida: reactores, tanques de almacenamiento, sedimentación, etc.; salas subterráneas de transformadores, gasómetros, túneles, alcantarillas, galerías de servicios, bodegas de barcos, arquetas subterráneas, cisternas de transporte.

Riesgos que existen

1.- Falta de oxígeno: es frecuente que en los espacios confinados la concentración de oxígeno en el aire sea insuficiente para que una persona respire. El aire se compone de diferentes gases, incluido el oxígeno. El aire ambiente normal contiene una concentración de oxígeno del 20,9% v/v. Cuando el nivel de oxígeno cae por debajo de 19,5% v/v, se considera que el aire es deficiente en oxígeno. Las concentraciones de oxígeno por debajo de 16% v/v no se consideran seguras para los humanos.

2.- Presencia de gases tóxicos: en muchos espacios confinados existen materiales de origen diverso que por putrefacción, fermentación u otros procesos similares generan gases que pueden ser muy tóxicos, tales como el ácido sulfhídrico con su característico olor a “huevos podridos o el monóxido de carbono, que no tiene olor pero puede producir rápidamente la muerte. Las medidas más usadas para la concentración de gases tóxicos son las partes por millón (ppm) y las partes por billón (ppb).

3.- Riesgo de Incendio y explosión: los gases acumulados en el interior de un espacio confinado pueden ser inflamables (gas natural, amoniaco, monóxido de carbono, etc.) y dar lugar a un incendio o una explosión cuando en el interior del espacio se produce alguna chispa o se enciende una llama. Se expresa en % de LEL “Lower Explosive Limit” (de 0 a 100%) o % x vol.

4.- Riesgos por caídas o resbalones: el acceso a espacios confinados requiere el establecimiento de un sistema de protección anticaida durante el descenso y el ascenso del operador así como el equipo y procedimientos necesarios para las labores de rescate y evacuacion si fuera necesario.

Ejemplos de espacios confinados: Las arquetas, alcantarillas, galerías de servicios, patinillos, bodegas de barco, aljibes, pozos, fosas sépticas, salas subterráneas de transformadores, depósitos, reactores, calderas, hornos, conductos, cisternas de transporte, silos y palas de aerogeneradores…

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Bota de seguridad NEXT ON B601 92594 de Robusta.

Bota de seguridad NEXT ON B601 92594, cuello acolchado y lengüeta, con suela de poliuretano doble densidad. Corte: Piel flor vacuna color negro con una calidad de grueso de 2.0-2.2 mm. Forro: Material de base poliamida antialérgico, con gran resistencia a la abrasión, absorción y secado de la transpiración.

En cumplimiento con EN ISO 20345.

Las fortalezas de este modelo son su puntera resistent a 200 julios, plantilla antiperforación, suela antideslizante y resistencia a hidrocarburos.

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Plantilla interior en material espumado con soporte textil, diseño ergonómico conforme patrones biomecánicos de marcha.

La suela de caucho nitrilo antiestático, diseño biomecánico y antideslizante, con pastillas antivuelco. Aporta mayor absorción de fuerzas en la fase de impacto y estabilidad de la pisada, uniformidad de pisada y control de pronación durante la marcha.

Entre suela Poliuretano Espumado Antiestático de baja densidad con gran capacidad de amortiguación. Proporciona aislamiento térmico.

Puntera de protección: No Metálica, con resistencia al impacto de 200 J. 

Plantilla de protección: Textil con resistencia a la perforación > 1.100 N. 

Sistema de cierre: Cordones.

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Chaqueta híbrida GRIFFON resistente al viento.

La chaqueta híbrida GRIFFON es la combinación perfecta de calidez, ligereza y elasticidad. Cuerpo acolchado: tejido elástico laminado: resistente al viento y repelente al agua – 100% poliéster.

Guata: 180 g/m2 – 100% poliéster. Mangas de softshell: Tejido laminado elástico cálido de 3 capas, resistente al viento y repelente al agua (300 g/m2).

Forro: Polar gris 100% poliéster. Gamuza amarilla o naranja fluorescente 100% poliéster (150 g/m2). Tafetán gris 100% poliéster.

Ultra confortable, esta prenda de alta visibilidad ha sido diseñada combinando guata acolchada en el cuerpo (tejido elástico laminado repelente al viento y al agua) para la protección térmica y tejido softshell extra-elástico en las mangas para una perfecta libertad de movimientos.

Chaqueta híbrida GRIFFON

  • Softshell híbrido: mangas de softshell + cuerpo acolchado.
  • Cortavientos, repelente al agua y transpirable.
  • Slim fit.
  • Cremallera frontal.
  • Cuello forrado de fibra polar.
  • Parte inferior de las mangas con cierre elástico.
  • Protector de la zona lumbar.
  • Dos bolsillos inferiores con cremallera, forrados de gamuza.
  • Un bolsillo en el pecho con cremallera y tapeta.
  • Un bolsillo interior con cinta autoadhesiva.
  • Mentonera.
  • Dos bandas segmentadas retrorreflectantes RETHIOTEX® 26 250-01 de 5 cm sobre los hombros.
  • Dos bandas segmentadas retrorreflectantes RETHIOTEX® 26 250-01 de 6 cm (M, L, XL) o de 5 cm (S, 2XL, 3XL) alrededor del cuerpo.
  • Dos bandas segmentadas RETHIOTEX® 26 250-01 termosoldables de 6 cm (M, L, XL) o de 5 cm (S, 2XL, 3XL) en cada manga.
  • Fit&Zip: sistema de cierre en cuello y puños para fijar una prenda en el interior del chubasquero.
  • Mark&Scratch: espacio autoadherente de 8 cm de diámetro, cosido en la manga derecha.

El cumplimiento de los requisitos esenciales de seguridad se ha verificado utilizando las siguientes normas armonizadas:

  • EN ISO 13688 (2013) + A1 (2021) para la ropa de protección – requisitos generales.
  • EN ISO 20471 (2013) + A1 (2016) para la ropa de advertencia de alta visibilidad.
  • EN 14058 (2017) para la protección contra ambientes fríos (-5°C y más).

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